Malloa: territorio audiovisual I. Antecedentes de cine comunitario


Fundación Tiempo Creativo se ha unido a las productoras Panquehue Films y Caja Negra para crear el programa "Malloa: territorio audiovisual", que busca dar continuidad y sustentabilidad a las iniciativas de cine comunitario que estas casas audiovisuales ya venían realizando en la comuna. Aquí la historia que antecedió a este plan de trabajo.

Que el cine es una forma de expresión vívida, no cabe duda: al recrear, replicar o capturar la realidad (según sea el propósito de la obra), el autor tras una película, parafraseando a Vicente Huidobro, se convierte en un “pequeño dios”. Y resulta natural, considerando que el audiovisual es una forma de arte que integra todas las artes: literatura (guion, estructura dramática), arte escénico (actuación, puesta en escena, iluminación), plástica (decorados, paleta de colores, composición del encuadre), música y otros recursos sonoros… etc.

De ahí que su impacto sea tan potente en las audiencias, y eficaz a la hora de comunicar un mensaje y generar significado.

Es por eso por lo que incorporar el recurso audiovisual en una comunidad puede llegar a ser relevante en muchas dimensiones. Y eso es, precisamente, lo que ha intentado lograr desde hace varios años Panquehue Films, productora audiovisual nacida en la comuna de Malloa, región de O´Higgins. En esta nota revisaremos cuales han sido estas líneas de trabajo.

Panquehue Films y el Primer Taller de Creación Audiovisual

Panquehue Films surge el año 2000 como un grupo experimental de video amateur, integrado por jóvenes de la localidad de Panquehue (comuna de Malloa), todos sin experiencia audiovisual, pero con el ambicioso propósito de realizar la primera película de ficción grabada en la comuna. Sin mayores pretensiones artísticas, el objetivo fue aprender a narrar audiovisualmente en una modalidad de autoaprendizaje, pues no había profesores en el taller. Para ponerse en acción recurren a un relato creado por uno de los integrantes del grupo cuando este era niño: una historia de zombies ambientada en el pueblo. La película, aunque la grabación comienza a principios del siglo XXI, adquiere, por decisión de los autores, la estética y el estilo de las películas de terror de los años 80, convirtiéndose en un tributo a aquellas producciones consumidas por ellos durante la infancia, y que fueron una suerte de “primer amor” audiovisual.

La temática de horror, en cualquier caso, resulta un entrenamiento desafiante y estimulante para los jóvenes, que implica la confección de efectos especiales caseros, grabaciones nocturnas, en vehículos en movimiento, con un perro, etc. Todo un reto, si se considera que el equipamiento técnico es precario o improvisado, partiendo por una cámara casera de videocasete.

Tras tres años de trabajo, en noviembre de 2002, se estrenó Venganza, el cortometraje de 27 minutos realizado por los jóvenes panquehuinos, y que para su financiamiento contó con un abanico variado de recursos: desde un pequeño aporte municipal inicial, pasando por venta de empanadas y otras actividades a beneficio, hasta un Fondart regional, que permitió costear en la etapa final la posproducción, 30 copias en VHS y exhibiciones en tres localidades rurales de la comuna: Panquehue, Corcolén y Limahue. Ese mismo año Venganza fue seleccionada en el 2° Festival Nacional del Cortometraje de San Fernando. Todo a partir de un taller de autoaprendizaje audiovisual surgido en un pequeño pueblo en medio del campo chileno.

Taller de Cine para Niños

Jorge Antonio Díaz, director de Venganza, logra de sus amigos de la agrupación autorización para seguir usando el nombre “Panquehue Films” en la productora que pretende crear formalmente. Uno de los objetivos inmediatos es replicar la experiencia del taller, enfocándola en niños entusiastas del cine, que, como él en su infancia, buscan una instancia para canalizar sus ganas de crear audiovisualmente.

Sin embargo, este anhelo debe esperar una década para concretarse, hasta el 2012, y lo hace en la Escuela F-238 de Pelequén, en cuyo estudiantado hay importantes índices de vulnerabilidad, en localidad rururbana de la comuna de Malloa, conocida por su artesanía en piedra rosada, muebles en madera nativa y la fiesta religiosa de Santa Rosa de Lima cada 30 de agosto.

El Taller de Creación Audiovisual para Niños en la Escuela de Pelequén, resulta un éxito: los jóvenes estudiantes, después de un periodo de aprendizaje teórico, donde adquieren conceptos, principios y metodologías esenciales, abordan luego todas las tareas técnicas y artísticas necesarias para la producción de su propia película. Es así como, mientras unos escriben el guion, otros se ocupan del vestuario, el maquillaje y la iluminación; algunos ofician de actores, mientras otros componen e interpretan la música original; por supuesto, todo bajo la batuta de un niño director, una niña camarógrafa, y un niño productor, que controla los gastos y tiempos del inquieto grupo de trabajo.

En diciembre de 2012, los estudiantes del taller estrenaron su cortometraje La Escuela Embrujada, ante autoridades locales, comunidad escolar, familiares y amigos. En 2013 fueron invitados a exhibir su trabajo en el Festival de Cine de Rengo (FECIR) y lanzaron un DVD. Apoderados y profesores destacan el positivo impacto evidenciado en los niños: el desarrollo de la responsabilidad y el fortalecimiento del trabajo en equipo, estimulado por un objetivo mayor y sumamente atractivo, como es hacer una película, entendiendo que en un trabajo como este la codependencia entre los miembros del equipo es muy relevante: cada uno de ellos es una parte esencial y única de un todo. Pero para los niños, tal vez lo más relevante es afianzar la autoestima y la convicción de que en ellos residen capacidades de un tremendo potencial.

El Taller de Cine para Niños de Panquehue Films (que se distingue de otros similares por su metodología, que empodera notablemente a los niños, permitiéndoles una mayor autonomía creadora, estimulándolos a buscar soluciones técnicas y artísticas en sus proyectos), posteriormente se trasladó a Chillán, donde se realizó en 2015 y 2016 y en Chillán Viejo, donde tuvo versiones en 2017 y 2018. Además de La Escuela Embrujada, bajo su alero jóvenes audiovisualistas han producido los cortos Como por Arte de Magia, Podría ser Peor?, La Casa del Carpintero y La Culpa, todos disponibles en el canal en vimeo de Panquehue Films.

Nuestra historia es una película

Pero si aprender a hacer un cortometraje es una tremenda satisfacción para un grupo interesado en crear cine, ver a la comunidad de la que se es parte en una obra audiovisual tiene un alcance aun mayor, y esto Panquehue Films lo ha buscado conseguir en la comuna de Malloa.

Y ya que, según el proverbio, “la caridad empieza por casa”, el primer proyecto que abordó esta temática se centró en el hito fundacional de la productora. Se trata del documental La Película, estrenado en 2017, con ocasión de los 15 años de la producción Venganza, cortometraje que dio vida a la productora y del que hablamos líneas arriba. En efecto, La Película retrató como un grupo de vecinos de Panquehue se involucró en la filmación amateur de un cortometraje de terror (inspirado en las películas del género de los años ochenta). Varios años después, algunos participantes dan sus testimonios sobre esta experiencia, desempolvando anécdotas de lo que es todo un testimonio de amor por el cine. Pero La Película trasciende los afanes artísticos de sus protagonistas, sino que también revisa un suceso en que se involucró el pueblo entero y que, por tanto, forma parte de su memoria colectiva. La Película fue dirigida por Jorge Sanhueza Bastías y fue exhibida fuera de competencia en el Fixion Fest (Santiago).

Algo similar ocurrió con el documental El Bus de Carlitos, del año 2019, dirigido por Jorge Antonio Díaz y Saúl Hidalgo López. Trata sobre el servicio de locomoción colectiva prestado por Carlos Latorre, quien recorrió por más de cuarenta años los caminos de Malloa, Caracoles y Panquehue, conectando a estas localidades rurales con el centro urbano de Rengo (región de O´Higgins). A lo largo del tiempo, dejó una profunda huella en varias generaciones de pasajeros, para los que el “bus de Carlitos” fue más que un transporte, volviéndose parte del paisaje cultural, hábitos y memoria emotiva de los vecinos.

Tanto en La Película como en El Bus de Carlitos, los testimonios, las historias y los paisajes que se muestran en la pantalla, son los de los vecinos y lugares de la comuna de Malloa. Ellos y su mundo son los protagonistas. Esos relatos que en aquellos lugares suelen transmitirse solo oralmente, asociados tal vez a una fotografía, hoy están plasmados en documentales disponibles para todos los vecinos, perpetuando los rostros y las memorias de la comunidad.

Productora Caja Negra: verse en la pantalla


No obstante, el hecho que las películas con las historias de un pueblo existan, o que incluso pueda accederse a ellas por medio de YouTube e internet en forma gratuita, no evita que exista una necesidad, casi ritual, de participar en un estreno, en una fecha y lugar determinado, junto a otras personas, con una imagen proyectada en una pantalla gigante y con un sonido profesional.

El visionado colectivo es uno de los atributos más nobles de la tradición cinéfila, pero, como sucede en muchos pueblos, o incluso ciudades de Chile, en la comuna de Malloa no hay cines. Por eso, además de Panquehue Films, se ha creado Productora Caja Negra Limitada, un cine itinerante que recorre las localidades del sector ofreciendo, proyecciones en una pantalla inflable de gran formato, que ya se ha montado en gimnasios y escuelas, tanto de Malloa como en otros rincones del país. Así se han estrenado, por ejemplo, La Culpa (Taller de cine para Niños 2018, en Chillán), La Película (2017, Panquehue) y El Bus de Carlitos (Malloa, 2018).

Pasado, presente… y futuro. Nace “Malloa: territorio audiovisual”

Hay antecedentes en la comuna de Malloa de cine itinerante. Antiguamente, un vecino de Pelequén, Enrique Peña, recorría las localidades proyectando en galpones y otros recintos improvisados cintas mexicanas, del oeste o series. Era el “Cine Parlante Móvil”, una experiencia que hoy Panquehue Films y Productora Caja Negra quieren recuperar para los vecinos del sector, no solo con sus propias producciones, sino también con muestras de cine regional, nacional e internacional, idealmente acompañado con talleres de apreciación audiovisual.

Con este objetivo, Fundación Tiempo Creativo se ha unido al esfuerzo de Panquehue Films y Productora Caja Negra, creando en forma conjunta el programa “Malloa: territorio audiovisual”, plan maestro que busca implementar de forma sustentable una serie de iniciativas de cine comunitario en esta comuna rural del centro de Chile, el que contempla talleres de creación audiovisual para adultos y niños, formación de talleristas audiovisuales para el trabajo con niños, talleres de apreciación audiovisual para niños y adultos, producción de documentales y ficciones audiovisuales de carácter comunitario, e itinerancia de cine móvil por las diversas localidades de la comuna.

El cine es una de las expresiones artísticas más populares en la historia. Que pequeñas comunidades tengan acceso a crearlo, protagonizarlo y verlo en condiciones óptimas, es parte del propósito que se ha trazado las productoras Panquehue Films, Caja Negra y Fundación Tiempo Creativo con el programa “Malloa: territorio audiovisual”.

NOTA: Las otras producciones de Panquehue Films

Además de líneas de trabajo de cine comunitario, Panquehue Films es responsable de otras producciones, especialmente de divulgación cultural. Ahí están, por ejemplo, la serie documental Historiadores Chilenos Contemporáneo: Tres Visiones de la Historia de Chile, que en cuatro volúmenes aborda las contribuciones y debates en torno a las obras de Sergio Villalobos, Gonzalo Vial y GabrielSalazar (2011 - 2013); y el documental El Imaginario de Remberto Latorre (2014, sobre el diseñador teatral, dramaturgo, historiador del teatro y académico renguino), entre otras producciones.

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